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LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

04.06.2013 19:47
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LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

Condiciones humanas en nuestro ser

SER HUMANO TRADICIONAL
En esta condición nos encontramos la inmensa mayoría de la humanidad y vivimos interesados casi en forma exclusiva en lo que nuestra persona necesita para vivir cómodamente en lo material, es decir, conocimientos, posesiones y riquezas monetarias adquiridas de cualquier manera que nos permitan tener inclusive más, o mucho más de lo que necesitamos para tener aparentemente tranquilidad personal y familiar y de esa manera, encontrar la identidad que necesitamos de nuestros semejantes.
Pero en el grueso de la humanidad se lucha por tener estrictamente lo necesario para cubrir aunque sea medianamente las necesidades básicas de cobijo, vestido y sustento, y tanto nos dejamos sumergir en lo anterior, que casi nos olvidamos de nuestras necesidades afectivas y espirituales que deberían ser el motor que debería movernos para tener en verdad una vida plena.
Esta zambullida en nuestras necesidades básicas nos llega a ahogar de tal manera, que la única forma que vemos para salir a flote es la de obligarnos a ser manipulados sin condiciones en nuestras personas en el trabajo, en el entorno social en que nos desenvolvemos, en nuestras creencias religiosas o espirituales, y hasta en nuestra propia familia, porque tal vez solo así estaremos en algunos de los casos, cubriendo, aunque sea medianamente, esas necesidades básicas personales económicas, afectivas y de identidad. Pero como nos lo marca la tradición, nosotros quisiéramos llegar a ser como esas personas que manipulan a los demás para aprovechar las oportunidades de elevar nuestro nivel socio-económico y familiar, que nos permita sentirnos realizados como seres humanos, sin querer darnos cuenta, de que esa manipulación se da en todos los niveles, de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba.
Estos pensamientos tradicionales nuestros, nos llevan a enfocar nuestras necesidades, convertidas en ambiciones materiales, a fomentar en nosotros y en nuestros hijos todo aquello que nos conduzca a la realización de esos objetivos, y le pedimos y rogamos a Dios porque nos permita llevar a cabo nuestros proyectos.
Pero, y aquí está el pero, a través del tiempo nos vamos dando cuenta de que todos los logros que vamos alcanzando carecen del valor que nosotros les quisimos dar, ya que en lugar de proporcionarnos amor, paz, tranquilidad y bienestar, lo que verdaderamente nos ha traído eso que hemos logrado, ya sea mucho, poco o nada, es una serie de problemas o enfermedades que amenazan con acabar con la escasa tranquilidad que nos queda, y todo eso, por la forma y el orden incorrecto y tradicional en que dejamos que nuestro Ser se manifestara, es decir:
CUERPO,
ALMA,
ESPÍRITU.
Para ejemplificar mejor lo anterior, dibujemos un triángulo equilátero invertido y lo dividimos en tres partes a la misma distancia una de otra, de abajo hacia arriba.
La parte de abajo quedará más pequeña y corresponde a nuestro espíritu en el Mundo Espiritual
La parte de en medio, un poco más grande corresponde a nuestra mente en el Mundo del Alma.
Y la parte superior, mucho más grande corresponde a nuestro cuerpo en el Mundo Material.
Como vemos en ese triángulo invertido, la personalidad de nuestro Ser que nos sirve para abrirnos camino en la vida es el cuerpo, lo cual nos mantiene deseando todo lo material de este mundo echándonos sobre nuestras espaldas todo el peso de nuestras necesidades y ambiciones humanas naturales, creyendo que todo lo que pensamos lo podemos lograr con trabajo, esfuerzo y sacrificio, o con otros medios y también con la ayuda de Dios, más, por nuestra tradicional forma de creer en él que por verdadera fe y conocimiento nos afanamos tanto por conseguirlo, que no nos damos cabal cuenta, hasta que algo no previsto sucede como enfermedades u otras situaciones adversas, que lo que obtuvimos, la mayoría de las veces, no es ni por mucho lo que tal vez inconscientemente anhelábamos.
Ese peso es enorme y literalmente sometemos a nuestro espíritu con esa forma de pensar y actuar, que en lugar de que éste sobresalga, literalmente lo estamos moviendo hacia abajo, sepultándolo cada vez más, olvidándonos de que somos seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios y por lo tanto seres espirituales envueltos en una capa material que Dios fabricó para constituir al ser humano.
Veamos la siguiente gráfica.
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Ahora dibujemos un triángulo equilátero en posición normal y dividámoslo también en tres partes iguales.
La parte de abajo quedará más grande y corresponde a nuestro cuerpo en el Mundo Material.
La parte de en medio un poco más chica corresponde a nuestra mente en el Mundo del Alma
Y en la parte superior queda nuestro espíritu liberado en el Mundo Espiritual.
Al darnos cuenta de lo anterior y al tratar de dejar de estar colocados en la condición del ser humano tradicional, para colocarnos en la condición del Ser Humano Espiritual, nos ubicamos sin lugar a dudas en un problema personal de grandes dimensiones, ya que tenemos que estar dispuestos a dejar atrás toda nuestra actual forma de ver y vivir las cosas de acuerdo a nuestros abundantes o escasos conocimientos humanos en todo lo que concierne a nuestra vida personal en lo familiar, social, material, científica, religiosa o espiritual, y estar conscientes que, de seguir en ese camino, estaremos negándonos la oportunidad de cambiar radicalmente nuestras vidas para beneficio propio y el de los demás.

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Si nuestro deseo es verdaderamente el de dejar de pertenecer al linaje anterior, deberemos de ubicar la personalidad correcta de nuestro ser, que es el espíritu, en el lugar que le corresponde como punta de lanza hacia arriba, ( no hacia abajo como en el ejemplo anterior ), para que así, nuestro ser trinito tenga el orden, el propósito, el sentido y la dirección correcta según el Nuevo Testamento, para obtener a través de nuestro espíritu, todo lo que nuestra mente en el alma necesita saber, para que todo lo que tenemos actualmente, y lo que obtengamos de aquí en adelante sea en el orden correcto para disfrutar plenamente y como Dios, Dios de la abundancia nos lo manda, es decir:
Espíritu.
Alma.
Cuerpo.
Si este es nuestro verdadero deseo, entonces esforcémonos poco a poco por cambiar nuestra actual forma de actuar de acuerdo a nuestro libre albedrío que nos ata y nos sujeta a ser como nosotros queremos ser y no como Dios quiere que seamos, y colocar en ese lugar a nuestro espíritu como punta de lanza hacia arriba, ya que nuestro espíritu es la única parte de nuestro ser que recibe directamente de Dios, a través de nuestro Señor Jesucristo, la enseñanza precisa para recuperar el acceso al Reino de Dios en la abundancias en este mundo, y a la vida eterna en el mundo venidero.

 

Primer blog

05.06.2013 02:45

Hoy hemos lanzado nuestro nuevo blog. ¡Sigue atento! Te mantendremos informado. Puedes leer los nuevos mensajes de este blog a través del feed RSS.

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

05.06.2013 11:47

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Los tiempos del Señor 2

Al colocar el triángulo normal sobre el triángulo invertido nos daremos cuenta de que se ha formado una estrella. "La Estrella de David."
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Analicemos la definición siguiente: La facultad en el ser humano de querer o no querer hacer cualquier cosa, se le conoce como Libre Albedrío, o Libre Determinación.
Este libre albedrío o libre determinación del ser humano, lo conduce en forma natural a imponer en su ser la mente de su potencia intelectual, es decir, a creer que todo el conocimiento que su mente ha adquirido en todos los niveles de su vida material, cultural, científica, tecnológica, religiosa, o espiritual, le dan la autoridad suficiente para imponer su voluntad humana sobre casi todas las cosas basado en la conciencia del bien que debería hacer, y del mal que debería evitar.
El libre albedrío o libre determinación en el Ser humano Espiritual, es la llave que Dios en su Santísima Trinidad le dio al ser humano para recuperar el acceso al Reino de Dios a través de introducirnos al Conocimiento total del Poder, la Sabiduría, y la Misericordia de Dios, por medio de la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, en la que tenemos qué:
1o.- Rendir nuestro libre albedrío y por ende nuestra voluntad humana a la Voluntad de Dios en el nombre de Jesús.
2o.- Tener en cuenta que Jesús nos recuerda que en Dios se encuentra el Amor pleno y verdadero y que para tener acceso a ese Amor ágape y a su misericordia infinita, deberemos hacer nuestra la Palabra siguiente. 
“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.” No hay mandamiento más grande que este.
Después;
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Y luego nos dice:
 “Un nuevo mandamiento les doy, que se amen unos a otros como yo los he amado, así reconocerán que ustedes son mis discípulos, si se tienen amor unos a otros."  Mr. 12: 30,31  J.13: 34, 35.
Pasemos ahora a un breve estudio acerca de qué es nuestro espíritu, alma y cuerpo, y en que lugares o mundos o dimensiones se mueven, y que función desempeña cada una de estas personalidades en nuestro ser que determinará nuestra condición humana.
En primer lugar: En la condición material y tradicional que nos introduce en la conciencia del bien que deberíamos hacer y el mal que deberíamos evitar (según nuestra conveniencia) para progresar en las distintas áreas de nuestra vida.
En segundo lugar; En la condición espiritual positiva que nos da la capacidad de hacer nuestra la consciencia de reconocernos a través de Nuestro Señor Jesucristo en espíritu, alma y cuerpo en semejanza a la Santísima Trinidad de Dios, para colocar lo tradicional y material como estrado de lo espiritual.
Y tercero; En la condición espiritual negativa que anula la conciencia del bien y el mal, y la consciencia de saber que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, lo que hace que el hombre desee obtener riquezas materiales y económicas de cualquier forma y manera para disfrutar a su antojo de los placeres tradicionales de este mundo que lo irán alejando, cada vez más del camino al Reino de Dios en abundancia en este mundo y de la vida eterna en el mundo venidero.

 

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

05.06.2013 11:54

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Los tiempos del Señor 3

El ser humano en su condición tradicional.

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En este caso, su libre albedrío, coloca al ser humano en su mente condicionada por sus conocimientos, sentimientos y emociones de su voluntad humana, (Dimensión del Alma) para acomodar la Mente Positiva de Dios, y la Mente negativa de Satanás, en la conciencia del bien que se debería hacer y del mal que se debería evitar, (Dimensión Espiritual) y a través de su libre albedrío es sembrada en su jardín del alma (cerebro), cultivado para hacer su voluntad según convenga a sus muy particulares intereses. (Dimensión Material)

 

El ser humano en su condición espiritual positiva

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En este caso, el libre albedrío del hombre le permite que su mente como recipiente del conocimiento, emociones y sentimientos humanos, haga que su voluntad humana abra la puerta de la Mente de Dios y se rinda a Él aceptando a Jesucristo como su único Señor y Salvador Personal, (dimensión del alma) reconociéndose en espíritu, alma y cuerpo a través del Espíritu del Hijo que clama al Padre: ¡papaíto!, fundiéndose en Él para que, a través del discernimiento de su Palabra (dimensión espiritual) cultive la semilla de la fe de Dios sembrada en el jardín del alma (cerebro) para producir el Fruto del Espíritu que le hará disfrutar del Reino de Dios en abundancia en este mundo, dándole a Dios la honra, la gloria y alabanza a Dios en su santísima Trinidad a través del amor y la misericordia sustentadas en la honestidad y la honradez (Dimensión material)

El ser humano en su condición espiritual negativa

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En este caso, el libre albedrío del hombre le permite que su mente como recipiente del conocimiento, emociones y sentimientos humanos, haga que su voluntad humana abra la puerta de la Mente negativa del Tentador (Satanás) y se someta a él (Dimensión del alma) para recibir un sin fin de tentaciones negativas rindiéndose a ellas,(Dimensión espiritual) y a través de su libre albedrío son sembradas en su jardín del alma o cerebro para actuar de acuerdo a la voluntad del Tentador, abusando de los demás en cualquier forma y manera, pensando, sintiendo o creyendo equivocadamente, que si Dios lo permite también lo aprueba.

 

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

05.06.2013 12:05

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Los tiempos del Señor 4

Reflexiones:

Sabemos que Dios es el principio y fin de todas las cosas.
Que Dios mismo, en su esencia, substancia y eternidad no tiene principio ni tiene fin.
Que Dios no fue ni será, sino que Dios, Es, Dios es el Ser sin pasado ni futuro. Dios está siempre presente en todas las cosas por toda la eternidad.
En el principio Dios se constituyó a sí mismo en Santísima Trinidad en Armonía Perfecta; Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
Su Palabra dice:
En el principio era el Verbo. Y frente a Dios era el Verbo. Y el Verbo era Dios.
El estaba frente a Dios al principio, por El se hizo todo y nada llegó a ser sin El.
Lo que llegó a ser, tiene vida en El, y para los hombres esta vida es luz.
La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no pudieron vencer la luz.
Vino un hombre de parte de Dios: éste se llamaba Juan.
Vino para dar testimonio: vino como testigo de la Luz, para que, por él, todos creyeran.
No era él la luz, pero venía como testigo de la luz.
Porque la luz llegaba al mundo, la luz verdadera que ilumina a todo hombre.
Ya estaba en el mundo, y por él se hizo el mundo, pero este mundo no lo conoció.
Vino a su propia casa y los suyos no lo recibieron.
Pero a todos los que lo recibieron, les concedió ser hijos de Dios: estos son los que creen en su Nombre.
Pues aquí se nace sin unión física, ni deseo carnal, ni querer de hombre: éstos han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros: hemos visto su gloria, la que corresponde al Hijo Único cuando su Padre lo glorifica.
En El estaba la plenitud del Amor y la Fidelidad.
Juan dio testimonio, pues proclamó: Es éste del que les decía: El que viene después de mí, pero ya está delante de mí, porque era antes que yo.
Esa plenitud suya es de la que todos recibimos en una sucesión de gracias y favores.
Dios nos había dado la Ley por medio de Moisés, pero por Cristo Jesús llegó el Amor y la Fidelidad.
A Dios nadie lo ha visto jamás: pero está el Hijo, el Único, en el seno del Padre: El lo dio a conocer. (Juan. 1: 1, al 18,)
Le recomendamos volver a leer este documento con mucho más cuidado y atención para que pueda extraer de él la esencia, substancia y espíritu del mismo, y si se siente usted identificado con las consideraciones aquí contenidas y desea tener el conocimiento adecuado para empezar a seguir el orden, el propósito, el sentido, y el camino correcto para cambiar su vida y su corazón, de la condición del ser humano tradicional a la condición del ser humano espiritual positivo, le reiteramos la invitación para conocer y meditar en los tiempos del Señor según las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, para conocer el orden y el propósito de Dios para el hombre, y no a los tiempos, el orden y propósito del hombre para Dios, haciendo nuestra la voluntad de Dios y no la del hombre en las cosas de Dios.
Su Palabra dice:
¡Qué bien salvan las apariencias! Con justa razón hablaba de ustedes el profeta Isaías cuando escribía: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden de nada sirve; sus enseñanzas no son más que mandatos de hombre.”  (Marcos 7: 6-7)
Les ruego, hermanos, en el nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se pongan de acuerdo y superen sus divisiones; lleguen a ser una sola cosa, con un mismo sentir y los mismos criterios. Tuve noticias de ustedes por gente de la casa de Cloe, y me hablaron de rivalidades. Así lo entiendo yo, puesto que unos dicen  “ Yo soy de Pablo ”, y otros “ Yo soy de Apolo ”, o “ Yo soy de Pedro ”,o “ Yo soy de Cristo ”. ¿ Acaso está dividido Cristo ?. (1 Corintios 1: 11-13.)
El sin embargo, es Cristo, Fuerza de Dios y Sabiduría  de Dios para  aquellos que Dios ha llamado, sea entre los judíos o entre los griegos. (1 Corintios 1: 24,)
Dios le está llamando a usted que cree  en Jesucristo, sin importar a que religión o iglesia o congregación o denominación cristiana asiste o sienta que pertenece, para que se una a la Fuerza y Sabiduría de Dios que se encuentran en Cristo Jesús y de las cuales seremos compartidos por medio de guardar fidelidad exclusivamente a su Palabra como la voluntad de Dios para recibir el discernimiento espiritual de ella, y saber distinguir cuáles son enseñanzas y mandatos de hombre, y cuáles son las enseñanzas y mandatos de Dios a través de Jesucristo Nuestro Señor.

 

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

05.06.2013 12:09

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Los tiempos del Señor 5

“Todo lo que existe es de ustedes, y ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.”  “Que todos, pues, vean en nosotros a servidores de Cristo y encargados de las obras misteriosas de Dios. Siendo encargados, se les pedirá que hayan sido fieles.” 
(Corintios 3: 23, y 4: 1 al 2)
“Del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros aún siendo muchos forman un solo cuerpo, así también Cristo.
Todos nosotros ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a todos se nos ha dado a beber del único espíritu, el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Por eso, aunque el pié diga: Yo no soy mano, y por eso no soy del cuerpo, no por esto deja de ser del cuerpo. Asimismo, aunque la oreja diga: Ya que no soy ojo, no soy del cuerpo, no por eso deja de ser del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿ cómo podríamos oír ?. y si todo el cuerpo fuera oído, ¿ cómo podríamos oler?. Pero Dios a puesto cada parte del cuerpo como ha querido.
Si todos fueran la misma parte, ¿ dónde estaría el cuerpo ?. Pero hay muchos miembros y un solo cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: No te necesito. Ni tampoco la cabeza puede decir a los piés: No los necesito. Más aún, miren como las partes del cuerpo que parecen más débiles son las más necesarias. Y las partes que menos estimamos las vestimos con más cuidado, y las menos presentables las tratamos con más modestia, lo que no se necesita con las otras que son más decorosas. Dios dispuso al cuerpo dando más honor al que le faltaba para que no haya divisiones dentro del cuerpo, sino que más bien cada uno de los miembros se preocupe de los demás.
Cuando uno sufre, todos los demás sufren con él, y cuando recibe honor, todos se alegran con él.
Ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno en particular es miembro de él.” 
(Corintios 12: 12-27)
Por esta poderosa razón, invitamos a todos los cristianos a unirnos unánimes en el estudio y la meditación de su Palabra para recibir el discernimiento que nos acerque a su esencia espiritual para que permanezcamos unidos e identificados por siempre con el Cuerpo de Cristo.
Deberemos estar muy atentos para reconocer que éste es un estudio para que participemos todos, no importando a que religión o congregación cristiana o denominación asistimos, o a cualquier forma de entender nuestra fe, ya que de lo que se trata es de que conozcamos más y mejor de la vida, obra y propósito de Nuestro Señor Jesucristo para unificarnos todos en unanimidad para guardar y enseñar a cumplir fielmente su Palabra como la voluntad de Dios y asì integrarnos verdaderamente al Cuerpo de Cristo.
Recordemos que todas estas reflexiones y estudios no son para pretender formar una nueva corriente religiosa ni para promover la desunión de las iglesias o congregaciones en donde se enseña la doctrina de Cristo, y mucho menos, buscar posiciones que hagan sentir a algunos tener una autoridad espiritual sobre los demás.
Lo que se pretende a través de todo esto, es de integrarnos todos los que creemos en Jesús para formar verdaderamente parte del Cuerpo de Cristo en unión perfecta con él por medio de guardar y enseñar a cumplir con fidelidad su Palabra reconociendo así la voluntad de Dios, y a semejanza del Hijo del hombre, no buscar el ser servidos sino servir a los demás, no para obedecer en lo espiritual enseñanzas y mandatos de hombre, sino para estar conscientes, de que para recuperar nuestra identidad original en Dios, deberemos proponernos guardar y enseñar a cumplir fielmente los mandatos de Dios plasmados en el Nuevo Testamento.
Preparémonos para recibir en nuestra mente y nuestro corazón las reflexiones contenidas en este estudio para tratar de conocer los tiempos del Señor revelados en los Evangelios contenidos en el Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras, para aplicarlos en nuestras vidas y obtener todas las bendiciones y beneficios que nos serán entregados como herencia que Dios reserva a todos sus Hijos a través del Yo-Soy el Camino, la Verdad y la Vida que habitará por siempre dentro de nosotros.
Para tocar la puerta del Reino de Dios y reclamar la herencia que él reserva a sus hijos, esforcémonos en buscar y encontrar nuestra verdadera identidad con Dios en Cristo Jesús, y permanecer en ella.
Para esto, deberemos integrar nuestro cuerpo, alma y espíritu con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, teniendo como centro de todo a Jesús como nuestro Señor y Salvador Personal y Suficiente.

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

06.06.2013 14:44

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Los tiempos del Señor 6

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Así tenemos que la integración de nuestro cuerpo, alma y espíritu con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se efectúa teniendo como centro la cruz de Jesús que simboliza el crucificar la condición material de hombre para resucitar a su condición espiritual, y sobre esa cruz el Nombre que es sobre todo Nombre, JESÙS, quien, a través de sus enseñanzas contenidas en el Nuevo Testamento nos conduce al camino, a la verdad y a la vida verdadera que en Jesús es. 

 

 

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Cuando ya visualizamos lo anterior, estaremos a unos pasos de entender un poco más el sentido, el orden y propósito de Dios para nuestras vidas.

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PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS Y NO LA DE LOS HOMBRES

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

06.06.2013 15:03

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Los tiempos del Señor 7

El Honor, la Gloria, la Honra y alabanza de todo lo aquí expuesto le pertenece a Dios en su Santísima Trinidad por haber permitido realizar este estudio bajo la guía inmensa de su Espíritu Santo en la meditación de su Palabra en el Antiguo y Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras.
Y para darle la importancia debida y el respeto en la obediencia que se merece para guardar y enseñar a cumplir fielmente su Palabra a través de Jesucristo en el Nuevo Testamento, es por lo que se nos da a conocer que Jesús es el único medio que el hombre tiene para alcanzar la gracia del perdón de Dios a través de una sincera conversión y del arrepentimiento honesto de sus pecados, (desobediencia a Dios), cometidos estos al amparo del libre albedrío tradicional; ese, que le ha permitido al poder, a la sabiduría y al conocimiento de hombre, aunque esto sea negado, estar por encima del Poder, del Conocimiento y de la Sabiduría de Dios.
Por lo mismo, este estudio está dirigido a los creyentes de Jesús y para todos aquellos que aún no han afianzado su fe en el único Cristo Jesús, para darles a conocer en una forma gráfica, que no se había presentado antes, lo que es la gracia del amor de Dios por nosotros, al revelarnos, a través de su Hijo Jesucristo, los tiempos del Señor en su orden perfecto para separar correctamente las cosas espirituales de Dios, de las cosas materiales de hombre.
Para que esto sea posible, deberemos de convertir ese libre albedrío tradicional en el hombre, en la llave espiritual que nos permitirá conocer los misterios del Reino de Dios al discernir los tiempos, el orden y su propósito por medio de Jesucristo Señor nuestro, guardando y enseñando a cumplir con fidelidad a su Palabra transmitida a través del Nuevo Testamento, por medio de la meditación seria y profunda de ella.
Por lo que, para que el ministerio al cual Jesucristo fue enviado sea verdaderamente cumplido en nosotros, deberemos, como él al cumplir con toda la Ley, guardar y enseñar a cumplir fielmente su Palabra como la voluntad de Dios para disfrutar una vida en abundancia de fruto espiritual, lo que por añadidura nos proporcionará abundancia de todo en este mundo material, y la vida eterna en el mundo venidero.
Le sugerimos no echar en saco roto las consideraciones que mas adelante le serán expuestas, porque posiblemente le darán a usted una visión completamente distinta de como ve actualmente las cosas espirituales de Dios, y que posiblemente, también encuentre usted la forma correcta de entrar por la verdadera puerta según El Nuevo Testamento de Las Sagradas Escrituras, que lo introduzca al camino, a la verdad, y a la vida verdadera para tener una existencia plena, completa, en donde abunde por siempre el amor, la fe, la paz, la tranquilidad, la felicidad, la salud, y la prosperidad que todo creyente de Jesús desea.
Recordemos lo siguiente: ¿Qué es el libre albedrío tradicional?
El libre albedrío o libre determinación, es la facultad en el ser humano de querer o no querer  hacer cualquier cosa.
¿Qué es la Potencia Intelectual humana?
Es el nivel mental del conocimiento total que hemos adquirido a través de nuestra existencia en las diferentes áreas en que nos hemos desenvuelto y desarrollado en este mundo tradicionalmente materialista en lo cultural, físico, científico, tecnológico, religioso y espiritual, que hace, que por medio de nuestro libre albedrío, impongamos nuestra voluntad humana para acomodar nuestro conocimiento de Dios y del Tentador (Satanás), a la conciencia del bien que deberíamos hacer, y del mal que deberíamos evitar.
¿Que es la Potencia Intelectual de Dios?
Es la Sabiduría total y soberana de todo conocimiento; del principio y fin de todo lo visible e invisible, de su tiempo, de su orden y su propósito. Es la Sabiduría absoluta de la Mente sin principio ni fin en el conocimiento de la voluntad de Dios.
¿Que es la Potencia Intelectual del Tentador?
Es el conocimiento total de las ambiciones y desviaciones negativas que cautivan al hombre y que sirven para manipularlo a través del mismo hombre en su conocimiento y sabiduría humana en lo material y tradicional, que le va haciendo querer obtener los gozos y placeres de este mundo de cualquier forma y manera, manteniéndolo ciego y necio para no querer hacer suyos, los dones y el fruto del Espíritu. Es la Mente de Satanás.
¿Qué es el libre albedrío espiritual?
Este libre albedrío, se podría definir como la llave en el alma que Dios le dio al ser humano para que éste pudiera introducirse de la voluntad del hombre a través de su potencia intelectual, a la Suprema Voluntad de Dios.

 

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

06.06.2013 15:05

 

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Los tiempos del Señor 8

Este estudio visualizado en forma gráfica, está basado en el orden perfecto que Dios, a través de Jesucristo nos enseña en el Nuevo Testamento, tomando en cuenta la Santísima Trinidad de Dios, y tomando como base el Antiguo Testamento de las Sagradas Escrituras.
Tomando en consideración todo lo anterior, empecemos por sugerir la posición en la que Dios y su Santísima Trinidad guardaría gráficamente en el principio.

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Su Palabra dice:
En el principio era el Verbo, y frente a Dios era el Verbo y el Verbo era Dios. (Juan . 1: 1,)
Así tenemos que:
1.-El principio es la esencia, es decir: lo más puro. (Padre).
2.-El Verbo es la substancia, lo que le da forma al ser espiritual a través de la Palabra, (Hijo) y
3.- El Verbo era Dios (Espíritu Santo), es la eternidad, es decir: lo que no tiene principio ni fin, lo que no ni será sino que siempre ES.
DIOS, es el centro de todo.

 

Al principio Dios creó al cielo y la tierra. La tierra estaba desierta y sin nada, y las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. (Génesis 1: 1-2.)

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Dios frente a su Creación.

 

Después Dios Dijo: Hagamos al hombre a Nuestra Imagen y Semejanza. Gén. 1: 26.

 

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El hombre es un reflejo de Dios.
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza
Como vemos en esta estrella de David, en el triángulo en posición normal se encuentra "AIRE" y "FUEGO" En el triángulo invertido se encuentra "TIERRA" y "AGUA".

 

Ahora tratemos de visualizar al hombre integrado completamente a Dios en perfecta armonía compartiendo con Èl la Esencia, la Substancia, y la Eternidad.

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Si hemos entendido bien lo anterior, veremos que el Triángulo en posición normal se entrelaza con el triángulo invertido, mezclándose ambos en armonía perfecta, es decir: Dios y Hombre en su nivel espiritual compartiendo su Esencia (El Padre, lo más puro.) Substancia, Aire o aliento de vida que le da forma a su esencia divina a través de la mente de Dios delegada en Cristo Jesús.) y la Eternidad a través del Fuego del Espíritu Santo, Fuego que nunca se apaga.

 

LOS TIEMPOS DEL SEÑOR

07.06.2013 12:41

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Los tiempos del Señor 9

Y Dios le dió esta orden al hombre: Puedes comer de cualquier árbol que haya en el jardín, menos del árbol de la ciencia, del bien y del mal; porque el día que comas de él, morirás sin remedio.
Génesis 2: 16-17
Mientras el hombre y su compañera confiaron en Dios para que les fueran suplidas todas sus necesidades, hubo una comunicación estrecha entre él y Dios, pero cuando su compañera fue tentada a comer del fruto prohibido, él fue tentado por ella a probarse a sí mismo que él podría hacer o no hacer cualquier cosa, teniendo como aliciente, que el conocimiento y la sabiduría que adquiriría lo haría igualarse a Dios, y sería capaz, al tener conciencia de ello, de manejar con sus propias fuerzas el bien que debería hacer y el mal que debería evitar, desobedeciendo de esta manera a lo ordenado por Dios, lo que ocasionó que fueran separados del Paraíso espiritual, y colocados en el mundo natural material, y por añadidura en el polo negativo al decirle al hombre:
"Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol que Yo te había prohibido comer; Maldita sea la tierra por tu culpa."
(Génesis. 3: 17)

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Después de pasar el hombre por muchas situaciones negativas ocasionadas por la liberación de su libre albedrío que le hizo sentirse autosuficiente y que casi lo llevó a su desaparición total en los tiempos de Noé, Dios, en su infinita misericordia levantó al profeta Moisés para comunicarse con el pueblo escogido por Dios, para que fuera receptor y trasmisor de la Ley de Dios.

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Después Dios dijo a otro profeta:
“Esta es mi alianza que Yo haré contigo: tú serás el padre de muchas naciones. No te llamarás más Abram, sino Abraham; porque te tengo destinado ser el padre de muchas naciones.” 
(Génesis 17: 4-5)

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